El verano se alarga cada vez más, pero llegará el momento de cerrar la temporada de piscina. Aquí te dejamos algunos consejos para mantenerla correctamente fuera de la temporada de baño.
Para mantener tu piscina en perfecto estado durante el invierno y asegurar que esté lista para disfrutarla cuando vuelva el buen clima, es fundamental realizar un mantenimiento adecuado antes de cerrar la temporada de baño. Siguiendo estos consejos prácticos, no solo protegerás tu piscina de los daños causados por las bajas temperaturas, sino que también prolongarás su vida útil y hasta puedes evitar costosas reparaciones en el futuro. A continuación, te explicamos en detalle cada paso que debes seguir para preparar tu piscina para el invierno de manera eficiente:
1. Limpieza profunda
El primer paso clave antes de "cerrar" la piscina y pasar el invierno es realizar una limpieza exhaustiva. Debes eliminar cualquier suciedad, hojas, ramas o residuos que puedan haberse acumulado en la superficie o en el fondo de la piscina. El objetivo es dejar el agua lo más limpia posible antes de cubrirla.
Una vez realizada la limpieza física, es crucial ajustar los niveles químicos del agua. Mantener el pH y la alcalinidad en niveles adecuados ayudará a evitar la corrosión o a que aparezcan incrustaciones en las paredes y en los componentes de la piscina durante los meses de frío. Además, es recomendable aplicar un tratamiento con alguicida para prevenir el crecimiento de algas, las cuales pueden proliferar incluso en invierno si las condiciones lo permiten. El agua debe quedar perfectamente equilibrada para evitar problemas de mantenimiento en la primavera. Existen en el mercado productos específicos para la "hibernación" de la piscina que facilitan esta tarea.
2. Cubierta de invierno
Una de las piezas fundamentales para proteger tu piscina durante el invierno es una buena cubierta de invierno. Asegúrate de elegir una cubierta que sea resistente, preferiblemente hecha de materiales duraderos que puedan soportar el peso de la nieve, el viento y la lluvia. La cubierta debe quedar bien ajustada y sujeta alrededor de toda la piscina, evitando que puedan entrar escombros o suciedad al agua.
Es importante revisar que la cubierta no tenga ningún tipo de daño o desgaste que pueda comprometer su función protectora. Si observas roturas o desgarros, lo mejor es repararla o reemplazarla antes de que empiece el invierno. Además, asegúrate de que esté bien sujeta con los amarres o tensores necesarios para evitar que el viento o el mal clima la desplacen.
3. Sistema de filtración y bomba
El sistema de filtración y la bomba son elementos cruciales que deben ser protegidos del frío para evitar daños por congelación. Antes de apagar la piscina por completo, realiza un ciclo de filtración final para asegurarte de que el agua esté en las mejores condiciones posibles. Luego, desconecta la bomba y vacía completamente el sistema de filtración para que no quede agua estancada dentro de las tuberías o componentes.
Es recomendable drenar también cualquier equipo adicional, como calentadores o cloradores automáticos. El agua acumulada en estos sistemas puede congelarse y expandirse, provocando daños importantes. Al asegurarte de que están vacíos y desconectados, estarás protegiendo tu equipo y garantizando que estará en buen estado para la temporada siguiente.
4. Nivel del agua
Reducir el nivel del agua de la piscina es otro paso esencial para prevenir daños por congelación. Lo ideal es bajar el nivel del agua hasta que quede por debajo de los skimmers, lo que evitará que el agua que se acumule en esta área se congele y cause grietas o roturas en las tuberías.
Sin embargo, es importante no vaciar completamente la piscina, ya que dejarla sin agua puede exponer las paredes y el fondo a posibles daños estructurales como grietas. Además, mantener una cantidad adecuada de agua dentro de la piscina también ayuda a que la cubierta de invierno se mantenga bien colocada y no se hunda.
5. Revisión periódica
El mantenimiento de la piscina no termina al colocar la cubierta. A lo largo del invierno, es recomendable realizar inspecciones periódicas para asegurarte de que todo esté en orden. Verifica que la cubierta esté bien ajustada y sin acumulaciones de agua, nieve o escombros, ya que el peso excesivo puede dañarla o hacer que se desplace. Si observas algún tipo de acumulación, retírala de inmediato para prevenir daños.
También es útil revisar que no haya filtraciones, desgarros en la cubierta o acumulaciones de hielo en las áreas cercanas a la piscina, ya que estas podrían generar problemas si no se atienden a tiempo. Una supervisión regular te permitirá detectar cualquier posible inconveniente antes de que se convierta en un problema mayor.
¡Siguiendo estos sencillos pero importantes pasos, no solo protegerás tu piscina de los estragos del invierno, sino que también evitarás tener que lidiar con problemas y reparaciones inesperadas cuando llegue el buen tiempo!
Consejos para la "hibernación" de tú piscina de exterior.
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