Para proteger las plantas del frío invernal procuraremos usar materiales del jardín mismo. Comenzaremos recogiendo las hojas caídas; estas no enriquecen el suelo, en cambio sí que favorecen en proliferación de musgos y la asfixia del césped. Podemos pasar el montón de hojas a un compostador.
Un compostador es un recipiente que lleva a cabo el compostaje, proceso por el cual los residuos domésticos y del jardín se transforman en compuestos orgánicos útiles para el enriquecimiento de los suelos agrícolas y ajardinados.
Extenderemos el compostaje resultante en capas de unos 15 cm, alrededor de la base de los arbustos será nuestra garantía contra las heladas.
Otra fórmula para proteger las plantas y los árboles del frío, consiste en construir un parapeto de plástico sujeto con 4 estacas. Obtendremos un mini invernadero muy eficaz; no olvidemos abrir agujeros de ventilación en el plástico.
Dependiendo del material de tus muebles de exterior, deberás cuidarlos de una forma u otra para que duren más tiempo.
El aceite de teca es el protector ideal para madera, porque protege de los rayos del sol, a la vez que nutre e impermeabiliza la madera. Así evitaremos que se agriete, se deteriore el color y alargaremos mucho más la vida de nuestros muebles.
Es apto para cualquier tipo de maderas.
En los períodos en que no usas tanto el mobiliario de exterior conviene cubrirlo con fundas protectoras para resguardarlas del polvo, el frío, la lluvia y el sol.
Consejos para la "hibernación" de tú piscina de exterior.
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